lunes, 17 de diciembre de 2007

No Te Vayas Mamá!!!!!

"De Los Apeninos A Los Andes"
Nombre Original: Haha wo Tazunete Sanzen Ri (Haha wo tazunete sanzenri) 母をたずねて三千里 Música Original por: Christian Bruhn Kôichi Sakata
Mi versión en piano del tema de inicio de la serie, llamado "Sougen no Marco" ("Adiós, mamá" en España y Latinoamerica) La canción esta disponible aquí Adiós. Mamá En un pueblo italiano * al pie de las montañas vive nuestro amigo Marco en una humilde morada. Se levanta muy temprano para ayudar a su buena Mamá. Pero un día la tristeza llega hasta su corazón Mamá tiene que partir cruzando el mar a otro país. No te vayas Mamá no te alejes de mi adiós Mamá pensaré mucho en ti no te olvides Mamá que aquí tienes tu hogar. Si no vuelves pronto iré a buscarte donde estes no me importa donde vayas Te encontraré!!!!! * "muy lejano" (diferencia entre la versión española y la latinoamericana) Marco: De Los Apeninos A Los Andes
Marco (母をたずねて三千里, "Haha wo tazunete sanzenri"?, Tres mil leguas en busca de mamá), también conocida como De los Apeninos a los Andes, es una serie de anime basada en un capítulo del libro italiano Cuore ("Corazón") de Edmundo de Amicis. (52 episodios de 24 minutos). La novela de Marco muestra con crudeza, pero con un final esperanzador, el drama de la emigración italiana al final del siglo XX, tras las dos guerras mundiales. En aquellos momentos Italia vivió una época de crisis que se prolongó hasta los años 60, especialmente en las zonas del sur y de Sicilia. La carestía constante obligó a muchas personas a buscar trabajo en el industrializado Norte (especialmente Milán) y en otros países como Estados Unidos o Argentina.
El drama alcanzó cuotas sorprendentes:
  • En algunas regiones emigraron pueblos enteros.
  • Cuando los estadounidenses llegaron a Sicilia y la Italia continental durante la Segunda Guerra Mundial fueron muy bien recibidos, pues era rara la familia que no tenía algún miembro en ese país.
  • En Argentina la italiana es la comunidad más numerosa, incluso por encima de la española.
La novela muestra este drama.
Marco es un niño de unos 12 años de Génova, norte de Italia. En su casa se vive en una situación de penuria económica; pero él es feliz con su familia y levantándose muy temprano para ayudar a su madre antes de ir al colegio. Un noche, tras una magnífica jornada en el campo con los suyos, Marco recibe la noticia de que su madre los deja para ir a la, en aquel tiempo, próspera Argentina para poder enviar dinero. El choque resulta muy fuerte para el muchacho que no quiere quedarse sin su madre y decide entrar de polizón en un barco. Es descubierto y entregado a su padre; pero este, viendo su gran determinación, le da permiso para realizar el viaje hasta América. La travesía transcurre sin incidentes y Marco gana algo de dinero trabajando; pero al llegar a Buenos Aires comienza los problemas propios de una persona salida de la seguridad familiar para entrar en una gran urbe como la porteña. Tampoco cruzar La Pampa resulta fácil por las largas distancia, el ser descubierto cuando iba de polizón en un tren, las enfermedades que sufre... Pero en todo momento los argentinos que va encontrando lo ayudan en la medida de sus posibilidas y consigue llegar a Tucumán donde está su madre.
Corazón Autor: Edmundo de Amicis Género: Diario juvenil
En 1886 apareció Corazón (Cuore), que dio celebridad a su autor en el mundo entero y alcanzó mas de cuarenta ediciones. El libro fue distribuido por la editorial milanesa Treves al inicio del año escolar. La obra está construida como un diario escolar, en el cual Enrique, muchacho turinés de tercer curso, anota los acontecimientos principales del año, entremezclados con las cartas de sus padres y con cuentos mensuales, algunos de los cuales se han hecho famosísimos (El pequeño vigía lombardo, De los Apeninos a los Andes, El pequeño escribiente florentino). Son relatos patéticos y conmovedores, y en realidad todo el libro está construido para provocar la emoción y las lágrimas del joven lector; de este modo, De Amicis intentaba que su público participase de los valores morales y sociales (sentido del deber, del honor, del patriotismo, del trabajo, de la honradez) indispensables para convertir definitivamente a Italia en un país moderno. El éxito del libro fue enorme; baste decir que en dos meses y medio alcanzó 41 ediciones. En 1896 el número de ediciones llegaba ya a 197, y en el siglo XX se tradujo a cuarenta lenguas.
Edmundo de Amicis
(Oneglia, Italia, 21 de octubre de 1846 - Bordighera, Italia, 11 de marzo de 1908) era un escritor italiano. Tuvo su primer contacto con la literatura en Cuneo. Estudió en un liceo de Turín. Entro a los 16 en la Academia Militar de Módena, donde se recibió de oficial. Resultó ser un gran patriota (participó de la batalla de Custoza, 1866), incansable viajero y autor de muchas obras. Otro interesante aspecto de su vida, es su obra, pues esta se caracterizo por una intrincada mezcla de romanticismo y realismo con un propósito altamente ético en el sentido de orientar al lector siempre hacia el bien. Marruecos (1876), España (1873), Holanda (1874), son algunos de los numerosos libros de viajes que alcanzaron también un gran éxito por la facilidad demostrada por el autor para describir rápidamente los lugares y costumbres que se ofrecen ante su vista. Posteriormente, escribió su exitosisima novela Los amigos (Gli amici, 1883). Otro importante suceso de su vida, el cual tuvo gran peso sobre la misma, fue la unión al partido socialista para el cual publicó estudios, como Cuestión social (Questione sociale, 1894) y dio muchas conferencias. En Novela de un maestro (1890), su mirada es amarga y desencantada, algo raro en su habitual estilo. L'idioma gentile (1905), una apología de la lengua italiana, demuestra el gran amor que Edmundo no solo demostraba a su patria, sino también a las tradiciones y cultura de la misma. Otra obra, tal vez la mejor conocida es Corazón (Cuore) publicada en 1886. Resulta interesante aclarar, que la obra está construida para provocar la emoción y las lágrimas del joven lector. Traducida a casi todos los idiomas y llevada al cine, la televisión y a tiras cómicas numerosas veces a través de los años desde su publicación original (ente otras, la serie japonesa de dibujos animados Marco, de los Apeninos a los Andes). Otro interesante elemento es que el libro, está presentado como el diario de un niño, Enrique, a través de su año escolar como alumno de tercer grado en una escuela municipal de Milán.
Bibliografia Marco: De Los Apeninos A Los Andes Wikipedia: Marco (Anime) Wikipedia: Edmondo De Amicis Ediciones Del Sur: Corazón

domingo, 2 de diciembre de 2007

El Cuervo (The Raven)








Música: Kalvicio
Letra : Edgar Allan Poe
"The Raven"
Voz : Basil Rathbone
Video : Los Simpsons
Treehouse of Horror, (S2E3)
(The Simpsons
Halloween Special).
Editado por Kalvicio



Este trabajo esta inconcluso por falta de tiempo, espero poder terminarlo en un futuro cercano... La canción esta disponible aquí

"Cría cuervos y te quitarán los ojos"
"Cría ojos y tendrás cuervos rechonchitos"


The Raven (Edgar Allan Poe - Kalvicio) DEMO - Funny video clips are a click away

The Raven
Edgar Allan Poe


Once upon a midnight dreary, while I pondered, weak and weary,
Over many a quaint and curious volume of forgotten lore,
While I nodded, nearly napping, suddenly there came a tapping,
As of some one gently rapping, rapping at my chamber door.
"'Tis some visitor," I muttered, "tapping at my chamber door,
Only this, and nothing more."

Ah, distinctly I remember it was in the bleak December,
And each separate dying ember wrought its ghost upon the floor.
Eagerly I wished the morrow; vainly I had sought to borrow,
From my books surcease of sorrow, sorrow for the lost Lenore,
For the rare and radiant maiden whom the angels name Lenore,
Nameless here for evermore.

And the silken sad uncertain rustling of each purple curtain
Thrilled me - filled me with fantastic terrors never felt before;
So that now, to still the beating of my heart, I stood repeating,
"'Tis some visitor entreating entrance at my chamber door,
Some late visitor entreating entrance at my chamber door;
This it is, and nothing more."

Presently my soul grew stronger; hesitating then no longer,
"Sir," said I, "or Madam, truly your forgiveness I implore;
But the fact is I was napping, and so gently you came rapping,
And so faintly you came tapping, tapping at my chamber door,
That I scarce was sure I heard you", here I opened wide the door;
Darkness there, and nothing more.

Deep into that darkness peering, long I stood there wondering, fearing,
Doubting, dreaming dreams no mortals ever dared to dream before;
But the silence was unbroken, and the stillness gave no token,
And the only word there spoken was the whispered word, "Lenore!"
This I whispered, and an echo murmured back the word, "Lenore!"
Merely this, and nothing more.

Back into the chamber turning, all my soul within me burning,
Soon again I heard a tapping somewhat louder than before.
"Surely," said I, "surely that is something at my window lattice:
Let me see, then, what thereat is, and this mystery explore,
Let my heart be still a moment and this mystery explore;
'Tis the wind and nothing more."

Open here I flung the shutter, when, with many a flirt and flutter,
In there stepped a stately raven of the saintly days of yore;
Not the least obeisance made he; not a minute stopped or stayed he;
But, with mien of lord or lady, perched above my chamber door,
Perched upon a bust of Pallas just above my chamber door,
Perched, and sat, and nothing more.

Then this ebony bird beguiling my sad fancy into smiling,
By the grave and stern decorum of the countenance it wore.
"Though thy crest be shorn and shaven, thou," I said, "art sure no craven,
Ghastly grim and ancient raven wandering from the Nightly shore,
Tell me what thy lordly name is on the Night's Plutonian shore!"
Quoth the Raven, "Nevermore."

Much I marvelled this ungainly fowl to hear discourse so plainly,
Though its answer little meaning, little relevancy bore;
For we cannot help agreeing that no living human being,
Ever yet was blest with seeing bird above his chamber door,
Bird or beast upon the sculptured bust above his chamber door,
With such name as "Nevermore."

But the raven, sitting lonely on the placid bust, spoke only
That one word, as if his soul in that one word he did outpour.
Nothing further then he uttered; not a feather then he fluttered,
Till I scarcely more than muttered, "other friends have flown before,
On the morrow he will leave me, as my hopes have flown before."
Then the bird said, "Nevermore."

Startled at the stillness broken by reply so aptly spoken,
"Doubtless," said I, "what it utters is its only stock and store,
Caught from some unhappy master whom unmerciful Disaster,
Followed fast and followed faster till his songs one burden bore,
Till the dirges of his Hope that melancholy burden bore,
Of "Never - nevermore."

But the Raven still beguiling all my fancy into smiling,
Straight I wheeled a cushioned seat in front of bird, and bust and door;
Then upon the velvet sinking, I betook myself to linking,
Fancy unto fancy, thinking what this ominous bird of yore,
What this grim, ungainly, ghastly, gaunt and ominous bird of yore,
Meant in croaking "Nevermore."

This I sat engaged in guessing, but no syllable expressing
To the fowl whose fiery eyes now burned into my bosom's core;
This and more I sat divining, with my head at ease reclining,
On the cushion's velvet lining that the lamplight gloated o'er,
But whose velvet violet lining with the lamplight gloating o'er,
She shall press, ah, nevermore!

Then methought the air grew denser, perfumed from an unseen censer
Swung by Seraphim whose footfalls tinkled on the tufted floor.
"Wretch," I cried, "thy God hath lent thee- by these angels he hath sent thee,
Respite - respite and nepenthe, from thy memories of Lenore!
Quaff, oh quaff this kind nepenthe and forget this lost Lenore!"
Quoth the Raven, "Nevermore."

"Prophet!" said I, "thing of evil!- prophet still, if bird or devil!
Whether Tempter sent, or whether tempest tossed thee here ashore,
Desolate yet all undaunted, on this desert land enchanted,
On this home by horror haunted- tell me truly, I implore,
Is there - is there balm in Gilead? - tell me - tell me, I implore!"
Quoth the Raven, "Nevermore."

"Prophet!" said I, "thing of evil - prophet still, if bird or devil!
By that Heaven that bends above us - by that God we both adore,
Tell this soul with sorrow laden if, within the distant Aidenn,
It shall clasp a sainted maiden whom the angels name Lenore,
Clasp a rare and radiant maiden whom the angels name Lenore."
Quoth the Raven, "Nevermore."

"Be that word our sign in parting, bird or fiend," I shrieked, upstarting
"Get thee back into the tempest and the Night's Plutonian shore!
Leave no black plume as a token of that lie thy soul hath spoken!
Leave my loneliness unbroken! - quit the bust above my door!
Take thy beak from out my heart, and take thy form from off my door!"
Quoth the Raven, "Nevermore."

And the Raven, never flitting, still is sitting, still is sitting
On the pallid bust of Pallas just above my chamber door;
And his eyes have all the seeming of a demon's that is dreaming,
And the lamplight o'er him streaming throws his shadow on the floor;
And my soul from out that shadow that lies floating on the floor,
Shall be lifted - nevermore!

jueves, 29 de noviembre de 2007

Una huevada - ("No Tenemos Talento" - Gonzalo Rojas & Kalvicio)

La leyenda del Huevo

"...Según información dada por Gardner en el "Skeptical inquirer" (Mayo/Junio 1996, página 8), la leyenda nació debido a un artículo escrito por Annalee Jacoby y publicado el 19 de marzo de 1945 en la revista Life. La Sra. Jacoby se encontraba en ese entonces asignada en China, cuando presenció un ritual chino bastante peculiar. En ese país el primer día de primavera se llama "Li Chun" y su fecha se fija en aproximadamente seis semanas antes del equinoccio de primavera. Como ya saben los fieles Malos lectores de Astronomía, en la mayoría de los países, los equinoccios y solsticios no marcan el comienzo de las estaciones; es extraño que en Norte América la primavera comienza el día del equinoccio, dado que la estación tiene una duración de tres meses, mientras que en otros países se cree que el primer día real de primavera es seis semanas antes del equinoccio.
De acuerdo a la leyenda china, es más fácil erguir un huevo sobre un extremo durante el día que ellos llaman el primer día de primavera (el cual, recuerden, es a comienzos de febrero). Desgraciadamente, la leyenda china posee un origen incierto, aunque se propagó por medio de libros antiguos acerca de rituales chinos. La señora Jacoby estuvo en la capital "Chunking" el día de Li Chun, cuando una multitud de personas comenzó a erguir huevos. Eso debió haber sido una vista impresionante y por eso ella escribió lo vivido para la revista Life. Evidentemente, la prensa norteamericana recogió la historia y rápidamente los cables expandieron la noticia; en ese momento, había nacido una nueva leyenda.
Lo más gracioso de todo esto es que la Sra. Jacoby evidentemente dijo que ese evento tuvo lugar durante el primer día de primavera, pero nunca se mencionó (o también fue convenientemente olvidado) que el primer día de primavera en China es un mes y medio antes del primer día de primavera reconocido por los norteamericanos. La leyenda ahora estipula que sólo puedes erguir un huevo durante el equinoccio; sin embargo, la leyenda comenzó porque los chinos comenzaron a erguir los huevos seis semanas antes. Irónicamente, ¡la misma base de esta leyenda es errónea!."
mas información aquí

Bueno, aquí un video que hice yo, equilibrando un huevo (de gallina...), en una mesa de vidrio. Ya sé que es una huevada, pero me gusta hueviar, y si a alguien no le gusta, pues me importa un soberano huevo... mentira, estoy hueviando... jejeje que huevón pelotudo!!

No paré el huevo ni el equinoccio ni el primer día de primavera, ni espere ninguna alineación cosmica ni planetaria, solamente se me paro un huevo y me puse a parar el de gallina...




"No Tenemos Talento"
Música : Kalvicio
Letra : Gonzalo Rojas (del poema Rimbaud)
Voz : Gonzalo Rojas



RIMBAUD

No tenernos talento, es que
no tenemos talento, lo que nos pasa
es que no tenemos talento, a lo sumo
oímos voces, eso es lo que oímos: un
centelleo, un parpadeo, y ahí mismo voces. Teresa
oyó voces, el loco
que vi ayer en el Metro oyó voces.

¿Cuál Metro si aquí no hay Metro? Nunca
hubo aquí Metro, lo que hubo
fueron al galope caballos
si es que eso, si es que en este cuarto
de tres por tres hubo alguna vez caballos
en el espejo.

Pero somos precoces, eso sí que somos, muy
precoces, más
que Rimbaud a nuestra edad; ¿más?,
¿todavía más que ese hijo de madre que
lo perdió todo en la apuesta? Viniera y
nos viera así todos sucios, estallados
en nuestro átomo mísero, viejos
de inmundicia y gloria. Un
puntapié nos diera en el hocico.


Gonzalo Rojas, De El alumbrado, 1986.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Arte Urbano 3D

Arte Urbano



El término arte urbano o arte callejero, traducción de la expresión inglés street art, describe todo el arte expresado en la calle, normalmente de manera ilegal. El arte urbano engloba tanto al grafiti como a otras formas diversas de expresión artística en la calle. Las ciudades que son puntos clave del arte callejero son Londres, Barcelona, Berlín, São Paulo y Toronto, entre otras.


Desde mediados del los años '90 el término street art o, de forma más específica, Post-Graffiti se utiliza para describir el trabajo de un conjunto heterogéneo de artistas que han desarrollado un modo de expresión artística en las calles mediante el uso de diversas técnicas (plantillas, posters, pegatinas, murales....), que se alejan del famoso grafiti.


El uso de plantillas (stencil), a menudo con un mensaje político, cobra especial relevancia en París en la segunda mitad de los años '60. Sin embargo, no es hasta mediados de los años '90, con la aparición de artistas como el norteamericano Shepard Fairey y su campaña "Obey" (Obey Giant) (Obedece al gigante), ideada a partir de la imagen del personaje de circo Andre The Giant y llevada a cabo mediante el uso de posters y plantillas, cuando las diversas propuestas de este tipo cobran auge en distintas partes del mundo y son percibidas en su conjunto como parte de un mismo fenómeno o escena.


El mensaje original de esta campaña fue nulo, se erigió haciendo referencia a sí mismo, sin otro significado de por medio. Sin embargo, desde mediados de los noventa ha sido una de la imágenes de cultura urbana más veces retomada por otros artistas. Se ha parafraseado a manera de homenaje y otras como ironía, pero ha servido como base importante para el desarrollo del arte callejero en todas las capitales del mundo.
Stencil en Buenos Aires, Argentina.


El arte callejero, al integrar sus elementos en lugares públicos bastante transitados, pretende sorprender a los espectadores. Suele tener un llamativo mensaje subversivo que critica a la sociedad con ironía e invita a la lucha social, la crítica política o, simplemente, a la reflexión. Sin embargo, existe cierto debate sobre los objetivos reales de los artistas que actualmente intervienen el espacio público.


Fuente:

Arte Urbano 3D


El anamorfismo ha sido utilizado por artistas urbanos que hacen sus trabajos en espacios públicos, creando ilusiones en tres dimesiones, estos trabajos interactúan con las personas que hacen su vida normal en la ciudad.

Julian Beever

White water Rafting

Kurt Wenner

Dies Irae

Eduardo Relero

Ilusiones Rotas

Edgar Mueller

Ice Age: This is not real

martes, 25 de septiembre de 2007

El sonido del silencio...

"No tengo nada que decir
y estoy diciéndolo
y eso es poesía
como necesitaba."

John Cage




William Fetterman
4' 33", 0' 00" : Variaciones sobre una acción disciplinada.




4'33'' por David Tudor (Piano)




4'33'' (Orquestal) en la BBC



4'33'' (Guitarra Clásica)
Bus de transporte colectivo línea 333,
13 de octubre de 2005




4'33'' por el GVSU New Music Ensemble



¿Qué sonido hace una sola mano al aplaudir?

viernes, 7 de septiembre de 2007

Una Vida En La Música...
















"Pienso que una vida en la música es una vida bellamente usada y esto es a lo que he dedicado mi vida".
- Luciano Pavarotti (1935-2007). -




Página Oficial de Luciano Pavarotti
www.lucianopavarotti.com


Los dejo con dos videos, Nessum Dorma con los 3 Tenores y una furtiva lágrima con Pavarotti

Nessun Dorma
Los Tres Tenores
Luciano Pavaroti, José Carreras y Plácido Domingo



Una Furtiva Lágrima
Luciano Pavarotti



sábado, 11 de agosto de 2007

Anonimato

Revisando entre los archivos de mi PC, encontré esta carta de José Emilio Pacheco, que quisiera compartir con ustedes...

José Emilio Pacheco
Biografía

Anonimato

(Carta del citado escritor al periodista norteamericano George B. Moore para negarle una entrevista)

No se por que escribimos, querido George,
y a veces me pregunto por que mas tarde publicamos lo escrito.
Es decir, lanzamos una botella al mar que está repleto de basura y botellas con mensajes.
Nunca sabremos a quien ni adonde la arrojaran las mareas.
Lo mas probable es que sucumba en la tempestad
y el abismo en la arena del fondo que es la muerte.
Y sin embargo no es
inútil esta mueca de naufrago.
Porque un domingo me llama usted de
Estes Park, Colorado.
Me dice que ha
leído lo que esta en la botella
(a
través de los mares: nuestras dos lenguas) y quiere hacerme una entrevista.
¿Como explicarle que jamas he dado una entrevista, que mi
ambición es ser leído y no “celebre”, que importa el texto y no el autor del texto, que descreo del circo literario?
Luego recibo un telegrama inmenso (cuánto se habrá gastado usted, querido amigo, al enviarlo).
No puedo contestarle ni dejarlo en silencio.
Y se me ocurren estos versos. No es un poema.
No aspira al privilegio de la poesía (no es voluntaria).
Y voy a usar, como lo hacían los antiguos, el verso como instrumento de todo aquello
(relato, carta, tratado, drama, historia, manual
agrícola) que hoy decimos en prosa.
Para empezar a no responderle
diré:

No tengo nada que añadir a lo que esta en mis poemas,
no me interesa comentario, no me preocupa (si alguno tengo) mi lugar en “la historia”.
Poesía no es signos negros en la pagina blanca.
Llamo
poesía a ese lugar del encuentro con la experiencia ajena.
El lector, la lectora harán (o no) el poema que tan solo he esbozado.
No leemos a otros; nos leemos en ellos.
Me parece un milagro que alguien que desconozco pueda verse en mi espejo.
Si hay un mérito en esto -dijo
Pessoa- corresponde a los versos, no al autor de los versos.
Si de casualidad es, un gran poeta dejara tres o cuatro poemas válidos, de fracasos y borradores.
Sus opiniones personales son de verdad muy poco interesantes.
Extraño mundo el nuestro: cada vez le interesan más los poetas,
la
poesía dejo de ser la voz de su tribu, aquel que habla por quienes no hablan.
Se ha vuelto nada mas que
entertainer.
Sus borracheras, sus fornicaciones, su historia clínica, sus alianzas y pleitos con los
demás payasos del circo, o el trapecista o el domador de elefantes, tienen asegurado el amplio público a quien
ya no hace falta leer poemas.
Sigo pensando que es otra cosa la poesía:
una forma de amor que solo existe en silencio,
en un pacto secreto de dos personas, de dos desconocidos casi siempre.
Acaso leyó usted que Juan Ramón
Jiménez pensó hace medio siglo
en editar una revista
poética que iba a llamarse Anonimato.
Anonimato publicaría poemas, no firmas:
estaría hecha de textos y no de autores.
Y yo quisiera como el poeta español que la
poesía fuese anónima ya que es colectiva
(a eso tienden mis versos y mis versiones).
posiblemente usted me dará la razón.
Usted que me ha leído y no me conoce.
No nos veremos nunca pero somos amigos.
Si le gustaron mis versos ¿Que más da que sean míos/ de otros/ de nadie?
En realidad los poemas que
leyó son de usted: Usted, su autor, que los inventa al leerlos.

José Emilio Pacheco
(
México, 21 de mayo, 1983)

sábado, 19 de mayo de 2007

Poeta del amor y lo cotidiano

Mario Benedetti
Biografía

Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Táctica y Estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
mo sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

Hagamos un trato

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

sábado, 21 de abril de 2007

Un Cuento De Relojes

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.


- Julio Cortázar -
- Historias de cronopios y de famas -
- Buenos Aires, Sudamericana, 1994 -


Santa Bernardina Del Monte

Para ahorrar energía eléctrica, las autoridades de Santa Bernardina del Monte dispusieron que a la hora cero del día veinticinco los relojes se atrasaran una hora, pasando a marcar las veintitrés horas del día venticuatro.

De este modo la gente que tuviera que levantarse a la hora siete del día veinticinco no tendría que prender ninguna luz, ya que en realidad serían las ocho y el sol estaría ya en plena actividad.

Cuando llegó el momento –la hora cero del día veinticinco– la gente de Santa Bernardina del Monte, obediente como era, atrasó sus relojes una hora. Fueron entonces –volvieron a ser– las veintitrés horas del día veinticuatro. Una hora después, los relojes volvían a marcar la hora cero del día veinticinco. La gente de Santa Bernardina del Monte, obediente como era, atrasó sus relojes una hora. Volvieron a ser entonces las veintitrés horas del día veinticuatro. Una hora después, los relojes volvían a marcar la hora cero del día veinticinco. (...)

Tres días después del cambio de hora, un funcionario del gobierno central que pasaba por el pueblo interpretó la actitud de los lugareños como huelga general por tiempo indeterminado (...) diez mil soldados entraron con helicópteros y tanques a Santa Bernardina, aniquilando a los insurrectos”.

- Leo Maslíah, 1990. -

domingo, 15 de abril de 2007

Solo Para Locos

Un fragmento del libro "El Lobo Estepario" de Hermann Hesse.

...Un día lo encontré en la calle, en el malecón, y se me agregó en seguida. Esta vez logré por fin hacerlo hablar.

-Señor Pablo -le dije; iba jugando con un bastoncito delgado, negro y con adornos de plata-. Usted es amigo de Armanda; éste es el motivo por el cual yo me intereso por usted. Pero he de decir que usted no me hace la conversación precisamente fácil. Muchas veces he intentado hablar con usted de música; me hubiera interesado oír su opinión, sus contradicciones, su juicio; pero usted ha desdeñado darme ni siquiera la más pequeña respuesta.

Me miró riendo cordialmente, y en esta ocasión no me dejó a deber la contestación, sino que dijo con toda tranquilidad:

-¿Ve usted? A mi juicio no sirve de nada hablar de música. Yo no hablo nunca de música. ¿Qué hubiese podido responderle yo a sus palabras tan inteligentes y apropiadas? Usted tenía tanta razón en todo lo que decía... Pero vea usted, yo soy músico y no erudito, y no creo que en música el tener razón tenga el menor valor. En música no se trata de que uno tenga razón, de que se tenga gusto y educación y todas esas cosas.

-Bien; pero, entonces, ¿de qué se trata?

-Se trata de hacer música, señor Haller, de hacer música tan bien, tanta y tan intensiva, como sea posible. Esto es, monsieur. Si yo tengo en la cabeza todas las obras de Bach y de Haydn y sé decir sobre ellas las cosas más juiciosas, con ello no se hace un servicio a nadie. Pero si yo cojo mi tubo y toco un shimmy de moda, lo mismo da que sea bueno o malo, ha de alegrar sin duda a la gente, se les entra en las piernas y en la sangre. De esto se trata nada más. Observe usted en un salón de baile las caras en el momento en que se desata la música después de un largo descanso; ¡cómo brillan entonces los ojos, se ponen a temblar las piernas, empiezan a reír los rostros! Para esto se toca la música.

-Muy bien, señor Pablo. Pero no hay sólo música sensual, la hay también espiritual. No hay sólo aquella que se toca precisamente para el momento, sino también música inmortal, que continúa viviendo, aun cuando no se toque. Cualquiera puede estar solo tendido en su cama y despertar en sus pensamientos una melodía de La Flauta encantada o de la Pasión de San Mateo; entonces se produce música sin que nadie sople en una flauta ni rasque un violín.

-Ciertamente, señor Haller. También el Yearning y el Valencia son reproducidos calladamente todas las noches por personas solitarias y soñadoras; hasta la más pobre mecanógrafa en su oficina tiene en la cabeza el último onestep y teclea en las letras llevando su compás. Usted tiene razón, todos estos seres solitarios, yo les concedo a todos la música muda, sea el Yearning o La Flauta encantada o el Valencia. Pero, ¿de dónde han sacado, sin embargo, estos hombres su música solitaria y silenciosa? La toman de nosotros, de los músicos, antes hay que tocarla y oírla y tiene que entrar en la sangre, para poder luego uno en su casa pensar en ella en su cámara y soñar con ella.

-Conformes -dije secamente-. Sin embargo, no es posible colocar en un mismo plano a Mozart y al último fox-trot. Y no es lo mismo que toque usted a la gente música divina y eterna, o barata música del día.

Cuando Pablo percibió la excitación en mi voz puso en seguida su rostro más delicioso, me pasó la mano por el brazo, acariciándome, y dio a su voz una dulzura increíble.

-Ah, claro señor; con los planos puede que tenga usted razón por completo. Yo no tengo ciertamente nada en contra de que usted coloque a Mozart y a Haydn y al Valencia en el plano que usted guste. A mí me es enteramente lo mismo; yo no soy quien ha de decidir en esto de los planos, a mí no han de preguntarme sobre el particular. A Mozart quizá lo toquen todavía dentro de cien años, y el Valencia acaso dentro de dos ya no se toque; creo que esto se lo podemos dejar tranquilamente al buen Dios, que es justo y tiene en su mano la duración de la vida de todos nosotros y la de todos los valses y todos los fox-trots y hará seguramente lo más adecuado. Pero nosotros los músicos tenemos que hacer lo nuestro, lo que constituye nuestro deber y nuestra obligación; hemos de tocar precisamente lo que la gente pide en cada momento, y lo hemos de tocar tan bien, tan bella y persuasivamente como sea posible.

Suspirando, hube de desistir. Con este hombre no se podían atar cabos...

jueves, 5 de abril de 2007

Testamento de Heiligenstadt

Historia

En Mayo de 1802, y por recomendación del Doctor Johann Adam Schmidt, Beethoven se trasladó a Heiligenstadt para descansar en la temporada de verano, como era siempre su costumbre y como lo fue a lo largo de toda su vida.

El verano en el campo, era una etapa anual que Beethoven necesitaba de forma imprescindible. Añoraba la naturaleza, la sensación de libertad, las caminatas por senderos de bosque, etc. Era también muchas veces el período del año en el cual aparecían sus ideas musicales. Las anotaba en sus innumerables cuadernos de apuntes, y usaba el invierno en Viena para pasar en limpio y terminar, las obras que habían surgido durante el verano.

Ese año en particular, Beethoven estaba atormentado por el aumento de su sordera, tenía ya la sensación de que era una enfermedad que no lo iba a abandonar fácilmente, y sentía amenazada toda su vida por ella. La indicación del Dr. Schmidt, abría una esperanza de que con soledad y silencio que una temporada en el campo podría descansar su oído, y recuperar su salud.

Heiligenstadt era en ese momento un pueblito separado de Viena. No solo un vecindario, parte de la misma ciudad, como en nuestra época. Se tardaba algún tiempo en llegar allí en carruaje.

Deprimido y ya incapaz de esconder su afección creciente, el 6 de Octubre de 1802, Beethoven escribió un documento que guardó luego cuidadosamente, y que fue llamado después "El Testamento de Heiligenstadt".

Es importante recordad que fue encontrado en el mismo escondite secreto de su escritorio, junto a la carta a la Amada Inmortal, escrita en 1812.

En este emocionante documento, Beethoven revelaba su enfermedad y su angustia frente a la misma. El escrito tiene una cualidad emocional verdaderamente impactante, cuando lo leemos hoy en día.

Una segunda pare del testamente fue escrita unos pocos días después, el 10 de Octubre de 1802, y tiene el sonido de un epilogo de lo escrito anteriormente.

La redacción misma del "Testamento", se encuentra llena de errores de sintaxis y luce una puntuación absolutamente personal. Las oraciones son largas, a veces de difícil realización y de bastante difícil comprensión. En la traducción he tratado de conservar, en lo posible, dichas características. Me pareció completamente irrespetuoso corregir al maestro.

Evidentemente el documento, fue escrito bajo una fuerte presión emocional y tiene una cualidad de inmediatez e impacto muy alta. La personalidad de Beethoven es claramente perceptible. Esto es evidente también, en la lectura de sus numerosísimas cartas. Pese a que el compositor decía a menudo que no tenia ninguna facilidad para escribir, se las arreglaba perfectamente para transmitir sus fuertes pensamientos y emociones, claro, no con la misma cualidad estética que en la música, aunque con una muy parecida cualidad emocional.

Podemos notar que tres veces en la redacción el compositor omitió el nombre de pila de su hermano menor Nikolaus Johann. Podría ser una duda acerca de la forma en la cual nombrarlo (se lo llamaba Nikolaus o Johann indistintamente, en esa época) o alguna pelea con su hermano ocurrida por aquellos momentos. Más allá de diferentes hipótesis que sus biógrafos han pergeñado, no lo sabemos realmente.

Beethoven escribió después dos testamentos más, en 1824 y pocos días antes de su muerte en 1827. Estos fueron documentos mayormente formales, redactados por un abogado, y racionalmente dedicados a legar sus – pocos – bienes.


Testamento de Heiligenstadt

A mis hermanos Carl y Johann

Oh vosotros, hombres que me miráis y me juzgáis huraño, loco o misántropo, ¡cuan injustos habéis sido conmigo! ¡Ignorais la oculta razón de que os aparezca así! Mi corazón y mi espíritu se mostraron inclinados desde la infancia al dulce sentimiento de la bondad, y a realizar grandes acciones he estado siempre dispuesto; pero pensad tan solo cuál es mi espantosa situación desde hace seis años, agravada por médicos sin juicio, engañado de año en año con la esperanza de un mejoramiento, y al fin abandonado a la perspectiva de un mal durable, cuya curación demanda años tal vez, cuando no sea enteramente imposible. Dotado de un temperamento ardiente y activo, fácil a las distracciones de la sociedad, debí apartarme de los hombres en edad temprana, pasar mi vida solitario. ¡Si algunas veces quise sobreponerme a todo, oh cuán duramente chocaba con la triste realidad renovada siempre de mi mal! y sin embargo, no me era posible decir a los hombres: "¡Hablad más alto, gritad porque soy sordo!" ¿Cómo me iba a ser posible ir revelando la debilidad de un sentido que debería ser en mí más perfecto que en los demás?, un sentido que en otro tiempo he poseído con la más grande perfección, con una perfección tal que indudablemente pocas personas de mi oficio han tenido nunca. ¡Oh, ésto no puedo hacerlo! Perdonadme pues si me veis vivir separado cuando debería mezclarme en vuestra compañía. Mi desdicha es doblemente dolorosa, puesto que le debo también ser mal conocido. Me está prohibido encontrar un descanso en la sociedad de los hombres, en las conversaciones delicadas, en los mutuos esparcimientos, Sólo, siempre solo. No puedo aventurarme en sociedad si no es impulsado por una necesidad imperiosa; soy presa de una angustia devoradora, de miedo de estar expuesto a que se den cuenta de mi estado.

Esta es la razón por la cual acabo de pasar seis meses en el campo. Mi sabio médico me obliga a cuidar mi oído tanto como sea posible, yendo más allá de mis propias intenciones; y sin embargo; muchas veces, recobrado por mi inclinación hacia la sociedad, me he dejado arrastrar de ella; pero qué humillaciones cuando cerca de mí estaba alguien que escuchaba a lo lejos el sonido de una flauta y que yo no oía nada, o que escuchaba el canto de un pastor sin que yo pudiera oír nada.

La experiencia de estas cosas me puso pronto al borde de la desesperación, y poco faltó para que yo mismo hubiese puesto fin a mi vida. Sólo el arte me ha detenido. ¡Ah! Me parecía imposible abandonar este mundo antes de haber realizado todo lo que me siento obligado a realizar, y así prolongaba esta miserable vida, verdaderamente miserable, un cuerpo tan irritable que el menor cambio me puede arrojar del estado mejor en el peor. ¡Paciencia! se dice siempre; y debo tomarla a ella ahora por guía; la he tomado. Durable debe ser, lo espero, mi resolución de resistir hasta que plazca a las Parcas inexorables cortar el hilo de mi vida. Acaso será esto lo mejor, acaso no, pero yo estoy presto siempre. No es muy fácil ser filósofo por obligación a los veintiocho años, no es fácil; y es más duro aún para un artista que para cualquier otro.

¡Oh Dios, tú miras desde lo alto en el fondo de mi corazón, y lo conoces, sabes que en él moran el amor a los demás y el deseo de hacerles el bien! Vosotros, hombres, si leéis un día esto, pensad que habeis sido injustos conmigo, y que el desventurado se consuela al encontrar a otro desventurado como él que a pesar de todos los obstáculos de la naturaleza, hizo cuanto estaba a su alcance para ser admitido en el rango de los artistas y de los hombres de elección.

Vosotros, hermanos míos, Carl y Johann, inmediatamente que yo haya muerto, si el profesor Schmidt vive aún, rogadle en mi nombre que describa mi enfermedad y a la historia de ella unid esta carta, a fin de que después de mi muerte, al menos en la medida que ésto sea posible, la sociedad se reconcilie conmigo. Al mismo tiempo, a vosotros dos nombro herederos de mi pequeña fortuna, si se la puede llamar así, que la debeis partir lealmente, estando de acuerdo y ayudándoos el uno al otro. El mal que me habeis hecho, lo sabeis, os lo he perdonado desde hace mucho tiempo. A ti hermano Carl te doy gracias particularmente por la solicitud de que me has dado testimonio en los últimos tiempos. Hago votos por que tengáis una vida feliz, más exenta de cuidados que la mía. Recomendad a vuestros hijos la virtud, porque sólo ella puede dar la felicidad que no da el dinero. Hablo por experiencia. Ella me ha sostenido a mí mismo en mi miseria, y a ella debo, tanto como a mi arte, no haber puesto fin a mi vida por el suicidio ¡Adiós y amaos! Doy gracias a todos mis amigos, y en particular al príncipe Lichnowski y al profesor Schmidt. Deseo que los instrumentos del príncipe L. puedan ser conservados en la casa de alguno de vosotros, pero que esto no provoque entre vosotros ninguna discusión. Si no pueden seros útiles para algo mejor, vendedlos inmediatamente. ¡Cuán feliz seré si todavía puedo serviros desde la tumba! Si fuera así, con qué alegría volaría hacia la muerte. Pero si ésta llega antes de que haya tenido la ocasión de desarrollar todas mis facultades artísticas, a pesar de mi duro destino, llegará demasiado temprano para mí y desearía aplazarla. Mas aún así, estoy contento. ¿No va a librarme de un estado de sufrimiento sin término? Venga cuando viniere, yo voy valerosamente hacia ella. Adiós y no me olvidéis enteramente en la muerte; merezco que penséis en mí, porque a menudo he pensado en vosotros durante mi vida para haceros felices. ¡Sedlo!

LUDWIG VAN BEETHOVEN

Heiligenstadt, 6 de octubre de 1802.

Rosa Araneda - Volcán Calbuco

Dos plagas más el volcán Calbuco y el cambio tan bajo El volcán vomita fuego en la noche y en el día: ¡Ay, Jesús, Virgen María, atiende...